31 dic 2010

109° Pasaje

Sobre el possf y el beso
Proto-teoría de la sensación del buen beso.

"Cuando te besan sientes el possf...!"
Oliveros César Danielle en
Facebook

Así comenzó este teórico 31 de diciembre con la frase de César, abriendo con la sonrisa de más de una persona o el (des)agradado recuerdo del beso. Nadie se puede negar a esa frase, y menos mi persona que quiere desea hacer lógica de lo que no tiene lógica: un beso. Pero como siempre le agrego a la vida: ¿hay alguien que debe hacerle sentido a lo que no tiene sentido, no? ¿Un beso debe tener razón de ser?

Y esa "razón" de ser se halla en el possf. Muchos presumen de este possf como el aleteo de mariposas, como la erección del alma, como la gelatina en el estómago, como la exhalación después de besar. Algo tiene ese beso tan distinto al beso de mamá, al beso de papá, al beso de mi amiga, incluso al beso de mi pana, cuate, compiche, cuasi-amigüito. En definitiva, ese beso tiene un possf que no se lo quita nadie.

El possf tiene un sentido mas no un dueño. El possf viene de mí pero incentivado por el otro. Ese otro no me da ese possf, por lo que sus labios son un móvil exquisito para incentivar un verdadero possf en mí. El possf tiene autonomía, se rige, se norma y se despierta cuando le es propicio, le conviene y le es legítimo despertar su poder y sus cualidades sensoriales en el cuerpo de quien lo vive.

La sensualidad del possf es única, no la siente el otro, la siento yo. El possf me seduce a mí, me cautiva a mí, me hace entender que él existe para mí y que el possf mismo -como entidad propia en mí- me hará revolcarme ante el otro. Y posiblemente, este otro esté disfrutando su propio possf, de su erotización con su possf, y por ende, de su propio revolcón con el possf.

Sin embargo, lo complicado y complejo de este asunto es el hecho de dos possf juntos por medio de dos cuerpos juntos, ya sea que estén delicadamente juntos o delicadamente separados, o intensamente juntos o separados. Sea cual sea el contexto, el ambiente y el caso, el beso es un veneno o un elixir determinante para la ebullición de estos possf hirvientes en los cuerpos de los amantes, de los enamorados o de los extraños.

El bien pensador de este asunto, Oliveros César Danielle, exclama que cuando te besan sientes el possf. A la par que te paralizan cientos de preguntas y doscientas sensaciones al respecto del beso y del possf. Tanto que sientes el possf inmediatamente en alguna parte del cuerpo, del alma o del recuerdo. Más nada se le puede pedir al que bien exclamó su possf. Dejémos que el tiempo nos hable de su propio possf.


Mancerista.

25 dic 2010

108° Pasaje

Dice Wallace Stevens que toda la historia es historia moderna.

Así empezará el trabajo de grado que escribiré dentro de 60 días exactamente. Stevens me circunda la historia a la historia de cada "época". Si es que podemos enunciar época, porque a cuentas se resume que época es una sola y no varias dentro del "conjunto" de la historia. Moderna es la Prehistoria, moderna es la Antigüedad, moderno es el Medioevo, moderno es el Bizancio, moderno es el Renacimiento, moderna es la Modernidad, moderna es la Contemporaneidad, moderna es la Postmodernidad, moderna es la Actualidad. La modernidad propia de cada "época" de la historia. Todo en su tiempo, como un todo, es moderno.

Los ojos de quienes han visto su historia, al parecer, según Stevens, siempre ha sido moderna. Son otros, los posteriores, los que hacen las "épocas", las diferencias, los hitos limítrofes entre una época y otra. El punto y seguido entre la caducidad de una época y la manufuctura de otra queda a cargo de los ojos de unos cuantos, cuyos van aumentando en número durante toda la historia. Tanto que me atrevería a enunciar que hoy, somos casi todos los autores materiales de la manufuctura de nuestras épocas. Como para dar un ejemplo polémico, hemos permitido la caducidad de la contemporaneidad y así manufucturado la llamada época efímera. El caca-boom de lo efímero.


Continúa...

24 dic 2010

22 dic 2010

104° Pasaje

Harto y degastado, convencido e incrédulo, desanimado y descontento. Qué más se puede decir cuando tu lugar, tu tiempo y tu espíritu se encuentran desorientados por causa de tanta brusquedad, de tanta falta de armonía, de tanto vaivén. El beso de mi época ha sido la violación de otro.

103° Pasaje

A modo de apertura, a una sinfonía que nace con la ciudadanía constitucional.

Pronto veremos en las puertas la mierda que baña las calles, un borde de la puerta tendrá bastante caca para alejar a los vengativos espíritus de la calle. Quién sabe qué si la vida de una puerta sostendrá el lecho y fuego interno del hogar, si a estas alturas podríamos llamar al portón lleno de mierda, hogar. La puerta embadurnada es el acertijo de una época que se anunciaba y que muy pocos, la élite de los indigentes, se había percatado de ésta. Pronto quien nos tocará la puerta es el indigente pidiendo el impuesto al valor derengado y a la renta degastada. Esa es la nueva élite, la indigentesista. No obstante, ese no es el caso, el caso es la puerta, la puerta que pronto será retocada y pintada con la mejor mierda. Esa que la religión y el arte dirán: "sí, ésa es la salvación, mi gente". Pronto velaremos por la presencia de nuestra caca en la puerta principal de la casa, del apartamento, de la oficina, del local, del estacionamiento, del edificio, de todo aquel instersticio que exista entre la vida privada y la vida común, llámese pública. Pronto veremos las entradas de los grandes supermercados, centros comerciales y salas teatrales embadurnadas de mierda, porque estos apostarán por la protección de la vida interior que coexisten dentro ellos. La caca de las cacas harán de la vida próxima una caca style, el señorío y el kitsch boom de la caca boom. Así como todo se estatiza y se normaliza en mercado, poder y política, la caca se estatizará, se normalizará, empezando por lo más importante, la puerta. No me pregunten nada de la diferencia entre la puerta y la mesa, la puerta y la cama, la puerta y el arte, la puerta y el sexo, la puerta y el hambre, sólo sé que la puerta es tan importante como el condón, como la liberación sexual, como el libertinaje político, como el código civil, como el debido proceso, como la autonomía universitaria, como el papel sanitario, llámese toillet.

Solo les puedo agregar algo, no dejen que la caca les cosifique la vida, hagan que la caca se cosifique.

Esto se llama la caca, la mierda de cada día.

102° Pasaje

Don't call me gay, call me by my name.

Don't call me straight, call me by my name.

Don't call me lesbian, call me by my name.

Don't call me by my name, call me Human Rights.

101° Pasaje

No me hagas el amor, hazme la guerra.
Firma,
Venezuela.

18 dic 2010

100° Pasaje

He aquí a un joven que deja de ser joven para ser otra cosa, algo más que un joven, algo más que un joven contrariado, algo más que un joven difuso, algo más que su propia época. He aquí tres líneas para informar sobre la gestión de vida de un año intenso, arduo y veloz. He aquí tres líneas que no son tres líneas y que a su vez no son tres oraciones. He aquí a quien no escribe sobre el escribir y sobre la vida que no se escribe, y al parecer, se vive. He aquí a un joven que se despide de la juventud para dar paso a otro tipo de juventud. He aquí al que negocia su juventud por otra juventud que no acepta más juventud que otra juventud. He aquí al joven que no acepta leyes ni normas, sino que crea, al parecer, su propia vida de normas y leyes. He aquí al que supone su propia gravedad, su propia dinámica de fuerzas, su propio Estado de Derecho, su propio Orbis et Orbe, su propia sexualidad, su propio dios, su propia diosa, su existencia, su condición de humano, su relatividad de hombre. He aquí el joven que tiene una vágina para proceder con la existencia del patriarcado. He aquí el joven que tiene un pene para proceder con la existencia del matriarcado. He aquí el intersexual que tiene ambos sexos para proceder con la existencia que le dispone la humanidad para sus posteriores años de vida. He aquí el que un día se levanta de gris y se acuesta de rosado, se levanta de verde y se acuesta de plateado, se levanta demonio y se acuesta dios. He aquí el joven que dice A y los demás jóvenes le dicen BCDEFGHIJKLLLMNÑOPQRSTUVWXYZ y éste solo responde: "Sí, claro Ñ, claro Ñ". He aquí el joven de los jóvenes, de los jovencintos, de los más jóvenes que jóvenes, de los que han sido jóvenes y siguen siendo jóvenes. He aquí al joven que firma su cierre. He aquí el joven que se despide. He aquí al aroma joven que queda en la piel. He aquí el moreno joven. He aquí al joven moreno, que no es igual. He aquí al sonriente joven. He aquí al joven que firma su carta de despido. He aquí al joven que ama amado. He aquí al amor joven.

Joven Mancerista.

Mancerista por siempre.

10 dic 2010

99° Pasaje

No vale, en serio
Yo bajo
Tu subes
O yo bajo
o tu subes
O los dos bajamos
O los dos subimos

Y entre esos versos ríen Saúl y Luis.

4 dic 2010

98° Pasaje

Sacarse los mocos es un asunto de Dios
Luis Mancera

97° Pasaje

Oráculo


Está escrito que los que no tienen futuro
no pueden conocer su futuro.
Por piedad los que no tienen futuro no pueden conocer su futuro.
Pero tú no eres un desheredado, tú tienes futuro,
tú ya sólo tienes futuro.

Entre los dioses se derraman los granos de sal,
las nubes se dispersan en formas cada vez más caprichosas,
chocan contra la pared los huesecillos marcados,
en el carcaj cada una de las tres flechas da en el blanco,
sube en lentas espirales el humo de la carne quemada,
las gotas de cera caliente arremolinan la superficie del agua,
arde la cabeza de burro y los demonios están a punto de hablar,
chisporrotean las hojas de laurel,
le quitan la venda al niño y el espejo se llena de presagios.

Escucha cómo estallan en la palma de la mano unos pétalos de rosa.
Mira cómo entre el anillo de Numa Pompilio en la copa de agua;

mira cómo el gallo salta en el círculo de trigo.
Mira, la semilla de amapola cae sobre las brasas
y se retuercen las vísceras de tu peor enemigo.
Observa cómo el reo lentamente mastica asustado pan de cebada.

Todo está escrito para ti.
No hay mancha o movimiento
que no sea una tenue o fugaz línea de tu libro.
El relámpago mismo es una de ellas.
Todo, absolutamente todo, es huella tuya.
Dondequiera que estés, estás en Delfos, estás en Dodona.
Cuanto toques o veas o respires es un libro, un solo libro.

Todo está escrito para ti.
Tu sueño no se queda encerrado en la noche.
En tu noche ya amaneció, en tu noche ya es de día,
hay siempre un gran sol en tu noche.
La mujer embarazada lee el temblor de la llama en el agua.
En el altar de sacrificios pican el hígado.
Ya es ayer y mañana y hoy y toda tu vida.
Relinchan los caballos
y las entrañas del pescado.
La tormenta no desperdicia sus rayos.
Suenan ya las marcas adornadas con plumas.
Los muertos escuchan cada pregunta tuya
con sus enormes orejas de ceniza.
La serpiente se mueve estirando el metal de sus anillos
y escribe lo que también está escrito en las letras de tu nombre
y en el vuelo de las aves.

Mírate en todos estos espejos.
No hay nada que no sea sombra tuya.
No hay nada que no se parezca a tu sombra:
un libro abierto al azar,
las cartas con su escalonada sorpresa,
el Y King,
las llamas que mantienen su verdad como un número,
las líneas de la mano que repiten las líneas de la mano,
el golpe exacto de los dados,
la vara de avellano que nos acerca al manantial,
el dedo que tal vez cae como una flecha sobre este verso.


Octavio Armand

Caracas, 14 de junio 1984

2 dic 2010

96° Pasaje

Noche

Por Antonin Artaud
Oeuvres complètes (tome I)



Los mostradores del cinc pasan por las cloacas,
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna;
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.

En los odres de las sábanas hinchadas
en los que respira la noche entera
el poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.

El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.

Poeta, lo que te preocupa
nada tiene que ver con la luna;
la lluvia es fresca,
el vientre está bien.

Mira como se llenan los vasos
en los mostradores de la tierra
la vida está vacía,
la cabeza está lejos.

En alguna parte un poeta piensa.
No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado.

En cada aposento
el mundo tiembla,
la vida engendra algo
que asciende hacia los techos.

Un mazo de cartas flota en el aire
alrededor de los vasos;
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.

En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.

Porque aquí se cuestiona la Vida
y el vientre del pensamiento;
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea áerea.

El Verbo brota del sueño
como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.

El vaso y el vientre chocan:
la vida es clara
en los cráneos vitrificados.

El areópago ardiente de los poetas
se congrega alrededor del tapete verde,
el vacío gira.

La vida pasa por el pensamiento
del poeta melenudo.

19 nov 2010

94° Pasaje

Yo no me quiero encasillar en hacer un blog de moda, de artes o de leyes o de whatever, mi blog tiene vida propia. Hay especialistas para todo, yo no soy especialista en nada, solo en ser yo mismo y eso es lo que trato de plasmar en lo que hago.


Andrés Flores y su blog hablando con Luis Mancera de sus blog's

15 nov 2010

93° Pasaje


Yo soy un trabajador de metáforas, no un trabajador de símbolos. Creo en el poder de la poesía, que me da razones para mirar hacia adelante e identificar un destello de luz. La poesía puede ser una auténtica desalmada. Deforma. Tiene el poder de transformar lo irreal en real y lo real en imaginario. Tiene el poder de construir un mundo que está reñido con el mundo en el que vivimos. Yo considero la poesía una medicina espiritual. Puedo crear con palabras lo que no encuentro en la realidad. Es una tremenda ilusión, pero positiva: no tengo otra herramienta con la que buscarle un sentido a mi vida o a la vida de mi nación.


Mahmud Darwix, poeta palestino 13/03/1941-09/08/2008

29 oct 2010

92° Pasaje

Hoy, es una de esas noches donde el mundo te sabe a Rilke, te sabe a Baudelaire, y te huele a Rimbaud.

28 oct 2010

91° Pasaje

"Basta", así me dices cada noche. Cada mensaje. Cada llamado sutil a la "realidad".
A veces pienso que escogí la mayoría de todo esto, mal y erróneamente. Pero prefiero admitirlo en silencio. Al decirme "Basta" (con su gran mayúscula y susurrada letra B) intentas callar estos labios que no saben hablar sino solo a través de besos.
"Ya ni sé cómo soy", te respondo, "Es tu mejor Performance", me replicas. Y vuelve todo este boomerang del deseo al "Basta". Eres todo un caballero, al ser el primero, en evitar un accidente estomacal y una caída libre sentimental.

Basta
Así te sueles llamar en las vías de escapes,
Capricho
Así me suelo llamar en la salida natural.
Basta Mancerista, que Juan Francisco quiere respirar.

A propósito de una vida Monroe, se comprueba esta vida de amigos especiales

25 oct 2010

90° Pasaje

Para celebrar este muerte que nace, este nacer que muere...

"La cultura humana consiste en hacer uso de las fuerzas de la naturaleza por medios armónicos con estas fuerzas y nunca procediendo directamente en contra de la naturaleza. Y todo arte está conectado íntimamente con la naturaleza en sus raíces; el pintor, el poeta, el escultor y el dramaturgo no hacen más que fijar para nosotros por medio de su trabajo y de acuerdo a su habilidad para observar la Naturaleza. La Naturaleza siempre ha sido y debe ser la gran fuente del arte."

Isadora Duncan citándose como en un antiguo diálogo griego en La Danza y su inspiración, 1917.

24 oct 2010

89° Pasaje

Un pasaje lejano tan cercano de un angelito no tan angelito

Y nada más rico que tener alguien que te ame incondicionalmente
es que para mí ella es mi durazno
siempre se lo digo
dulce
y ácida al mismo tiempo
puede ser blanda
dura
pero siempre jugoza
y su jugo es sólo para mí


Bianca Iacoviello en Finlandia.

Querencias en frío, te adoro infinitamente querida Bianca.

88° Pasaje

A propósito de mi adolescencia
Una epístola que aparece seis años después...


La mirada del alma

Hace tiempo que la vid desprendió sus hojas para dar el fruto que ahora está en mis manos, dando dulzura a mis dedos y gusto a mi paladar, pero ese color turquesa de miel atrae mi vista a cada segundo…

Ya no me gusta escribir tan profundo porque temo que llegase a ser muy artificial mis palabras y mi amor, pero levanto mis ojos y lo que veo igual que tú en estos momentos es revolotear un ave por el inmenso cielo, un aire combinado con el polvo que muestra lo puritano de sus movimientos, las hojas de los árboles pidiendo paciencia por la vida, de un sol que ilumina los pasos al seguir el sendero del amor y la entrega a un abismo sin caída pero con una voz dulce que pide comprensión, a mis manos escribiendo y tus manos tocándolas. Si, respirándolas porque tus ojos observan el corazón del mundo en su pleno latir de amor y sencillez, de paz y odio. Ahora comprendes la necesidad del alma tener la mirada como amiga y socio de los momentos mas bellos y especiales que ocurren a su alrededor, tener en cuenta que la mirada es la clave de nuestra existencia, y de la voluntad de nuestro corazón y sus decisiones. Ahora, levanta de nuevo tus ojos y observaras las nubes una hacia al sur y otras hacia al norte, entre otras palabras, tu sangre corriendo de un lado de tu corazón para hablarle a tu alma, pero mientras ella corre los minutos y los segundos comparten sus equilibrios para entender que nuestra galaxia tiene un eje llamado “esencia de la vida”, la cual respira, oye, habla, transmite, siente, comparte; un ser que relaciona sus sentidos con todos los momentos más cautivadores a su alrededor, envolviendo su destino con el lazo de la naturaleza y ejerciendo su gran misión; ser el ser, sin atenuantes pero con honestidad y un perfecto sentimiento, esa esencia palpa este papel y respira el aroma de estas palabras, sin preámbulos, eres tú.

Deja que la llama de tu corazón,

Abrace la galaxia de tu esplendor,

Purificando la mirada de tu alma.

23/03/004

87° Pasaje

No soy anarquista ni bolchevique. Mi marido y yo somos revolucionarios. Todos los genios dignos de ese nombre lo son. Adiós, Estados Unidos. Jamás volveré a verte.


Isadora Duncan despidiéndose de New York en 1923.

23 oct 2010

86° Pasaje

A propósito del silencio
A propósito del sonriente

*
Para tomar una decisión
los labios
deben recorrer
la extensión de una piel posible
a nuestra alma

Una sola puesta de sol
sobre el Mar Egeo
abriga por siempre
al errante
*

En Rarezas del alma de Edda Armas, publicado en Dagas y otras flores

21 oct 2010

84° Pasaje

A propósito de Yeraldine Machiste y el asombro de Neirlay Andrade


Voy solo hacia mi alma
y golpeo mi puerta:
me espero.

Si el muro de mi cuerpo es bajo,
¿seré entonces mi vecino?

Si mi madre se casa con mi tío,
¿seré entonces mi primo
y me quedaré?

¿Necesito una visa de Tony Blair,
si quiero leer a Shakespeare?

Si no encuentro la puerta afuera,
la busco en mí.

Si no puedo ser como quiero ser,
entonces me intento.


Alí Al-Shalah

(Babilonia-Irak, 1965)

19 oct 2010

83° Pasaje

Tendrías que aprender morse,
poner atención a las teclas,
aprender -y creí que sabías-
a leerme en lo que escucho;
tendrías que intuir lo que no dije,
lo que me tiene enfermo de la garganta.

La respuesta no llegará a tu correo,
este mensaje no estará en tu puerta
ni en tu móvil,
esa señal que pides la tienes:
abre la boca...
abre la boca, dame una "A" grande,
mayúscula,
¿lo ves? ahí esta la señal,
en el fondo, en lo oscuro,
ahí palpita. 


Edel Juárez

9 sept 2010

76° Pasaje

Pienso en el GIF y la autorreproductibilidad técnica del instante, el aura autoperformativa de la Internet y la infinitud-a-lo-Sísifo de la automatización de la lengua. Eso, y una bolsita de De Todito.

Daniel Esparza

9 ago 2010

75° Pasaje

Mi país era un sartén, ahora es una olla de presión, espero que algún día sea un Urinario de Duchamp.

74° Pasaje

Esa vez te observé de noche, masculina e inmensa, rodeada de luces, tiernamente fría. El silencio de tus calles. La ida de ti a ella fueron cinco horas. Las calles planeadas y custodiadas por simpáticos cachorros e inmensos caninos. Fríos anaqueles me llevaban a comprender que es tu gente calmada y tranquila, que bien poco respira, pero que bien mucho piensa. De noche y de día eras tierna. Siete días civiles me poco bastaron para conocerte y decirte: "encantado de conocerle". Día a día, ahí estaban tus andares. Parsimoniosa. Muy masculina, recurrente a mis gustos y detalles por la arquitectura ciudadana.

La habitación y tu voz eran pesares pero halagos de tus propios logros. Supiste enseñar a este joven aprendiz la necesidad de innovar, de generar, de crear la idea oportuna común y en acuerdo a un verdadero Todos. El restaurante, la casa de los pequeñines, el Cairo, los túneles del puerto, el contemporáneo de hilos de maíz, la lucha espacial de la memoria, el ciencias inundado de llamas, ahí. Todos y cada uno de esos espacios. Esos eras tú. Tierna, insurgente, creativa.

Has hecho de este humilde, un joven altruista comprometido. Visionado por ti en pro de su propia tierra, de un pequeña Venecia interminable. Has hecho en un amante, un ser formulante. No interrogante, sino formulante. En ello ando, y a ello te debo. Pronto estaremos juntos de nuevo. La fruta contemporánea del galpón de artes será la merienda que tanto queremos.

A ti, por ti
Rosario de Argentina
Buenos Aires, latente.

73° Pasaje

Hoy es ese día que comprendes que un "Buenas noches", un sutil "por favor", una sonrisa con incipiente sueño, te nutren el alma, te hace más humano. Un reencuentro con los amigos de gratas risas y carcajadas. Hoy es ese día. Llegar a casa, pensar mientras el olor de la cocina de mamá, espera por ti. Ese día que te sientas a escribir mientras la música tradicional te japonesa te enjabona el alma. Sonreír íntimamente es una dicha.

Hoy es ese día que percatas que no sabes respirar y empiezas a renovarlo e iniciarlo como recién nacido. Ese día que entristeces como niño por la deshonra de no respirar correctamente. Acariciar el vientre para sentir el inicio de ese pequeño cúmulo de aire. Hoy es ese día. Sonreír.

Grato día.

27 jul 2010

24 jul 2010

70° Pasaje (A modo de júbilo)

Este camino se hace al andar, al correr, al sentir, al cuestionar.

Y ahí estaba ella, la vida universitaria, de la que muchos hablan y pocos conocen a fondo. Los márgenes y las centralidades de la vida universitaria son el suelo de batalla y debate, en donde el silencio y la sonrisa no-franca son las protagonistas y el inmenso objetivo a destruir. Cinco años de estudios integrales y humanísticos que se han simbolizado en diez años, permitiendo que la voluntad de saber se haya trasladado a la voluntad de cuestionar. Y aquí, una de esas virosis del Trópico de Cáncer, la pregunta, el bizarro cuestionamiento, se ha quedado para no partir. Es esto lo que constituye el ser ucevista, el ser estudiante de la Universidad Central de Venezuela: ser incubado por la simetría cuadrada y la unicidad de pensamiento dislocado, o ser incubado por la asimetría diversa y la polifonía del pensamiento cuestionador. En esto se debate el estudiante universitario, por lo menos, el ucevista. Su lucha no es contra el tiempo, sino contra la loca hazaña de los ahorcamientos académicos. Este ser no se ha de constituir en preguntas, sino en los procesos de formulación de las preguntas. En pocas palabras, ser la grave cefalea que nadie quiere tener porque esta recuerda constantemente a la realidad.

Apartaos de la sinrazón del ejercicio de la razón, parafraseo los voceos filosóficos de la revolución del pensamiento ucevista. En esto y de esto se vive el tiempo de estudios en la universidad. De la dicha de luchar, de la dicha de reír, de la dicha de disfrutar, de la dicha no dicha por respeto a la dicha universidad. Hoy se goza la ignorancia de punta a rabo universitaria, hoy se lucha la palabra de cabo a rabo universitaria. La sonrisa y el silencio van de la mano de todos los espacios del poder universitario, el espacio de estudiar, el espacio de conversar, el espacio de discutir, el espacio de cuestionar, el espacio de poseer, el espacio de coquetear, el espacio del no espacio ya conquistado por el ignorante, ese ignorante que se sienta en el mismo pupitre que mi persona. El ignorante silencioso que ha preferido elegir la no pregunta, la no cuestión, la no sobriedad, la no de los grandes no: negarse a su tiempo. Alinearse a la TV de sus instintos. Profundamente, eternamente, esto se ha quedado para no irse. “Arrójame la piedra si puedes”.

Hoy, a pocos pasos del fin del inicio y del inicio del mismo fin, ha de intentar este joven ucevista morderse la cola con una toga y un birrete. En lo que intentará mantener su acallado aplauso para dar inicio a una cruel batalla consigo mismo y contra su más próximo prójimo.

“Por los signos de los signos”, bien querido Brito García, hasta el silencio siempre.

25 jun 2010

69° Pasaje

He vuelto a leer a Rimbaud. Esta vez desde los poemas selectos que me regaló mi bien querida Natacha. Y sólo he hallado poemas y tantos versos ácidos y desubicados. Tan ácidos como el desubicado que les escribe hoy. Al parecer, esta debería ser una nota de juerga sexual o erótica por su inevitable título, pero no, esta vez ha sido de una releída de Artaud sobre la poceta de siempre.

Sí, este he sido yo, el que lee a Rimbaud. Mientras unos fotógrafos alemanes hacen una máscara de Rimbaud, dramatizan las escenas de la vida del poeta y luego curarlas en el Reina Sofía; yo, le petite mancera, lee a Rimbaud sobre una poceta. La poceta de mis recuerdos. Hoy precisamente, Rimbaud describía bajo la luz de otoño, la torneada y hermosa espalda de un hombre cortador de flores. Tú no cortabas flores, pero en ese poema, en ese hombre, te hallaba.

El no silencio del verso de Rimbaud es similar al jadeo de mi silencio cuando intento explicar todo sin comas y sin puntos. Luego, hacemos silencio, él y yo. Él, yo y la poceta. El simbolismo no es mi amante, pero sí mi esclavo. El esclavo discursivo que soslaya el punto de la sodomía del discurso palpable y real. Esos versos no dejan de taladrar el recuerdo de los múltiples jardínes que he visitado. El jardín torneado. El jardín hermoseado.

En la Academia, de la que pronto obtendré mi licencia, sus regidores me han estigmatizado de poeta malcriado, de versador de prosas y trovador de ideas fatuas. Y hoy por hoy, desde el día de estos anuncios, no se han equivocado. El mismo poema de Rimbaud, lo ha dicho, soy el espécimen que caduca de cuando en vez y de vez en cuando. La licencia valdrá mucho, no aquí, sino en el lejano Oriente, en el comedido rincón de la fiesta humana.

Rimbaud, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo dejarás de sacudir la cabecita pensante de este ser?

La poceta, lo decidirá.

22 jun 2010

68° Pasaje

Nop
*No soy hermoso
*al parecer :/
*ni agradable
*ni bello
*ni estimable
*ni catalogable para el gusto
*listo
*without words!

15 jun 2010

67° Pasaje

A buena hora te sumerges en la dicha de vivirme.

66° Pasaje

¿La inspiración? ¡Je!
¿Cuál?

65° Pasaje

Las escuché, ella son mis preferidas, ellas eran y son y serán el conjugado de este cuerpo. Chicas, no les doy las gracias, faltan chicos por disfrutar. Las escuché una y otra vez, allí y acá, allí, más allá. Para ustedes, este pasaje:
T.a.T.U

64° Pasaje

Hoy, día de mi examen final,
día que Cervantes me puso a prueba
Te vi
caminabas espaldas a mí
sigiloso
extrañando nuestra universidad
Andabas intacto como aquella vez
escuchando The Sampe People
recubriendo risas inexactas
de china mirada
esa alegría suya
Ese eras tú,
ese que vi hoy
Hoy te hago palabra
a ver
mañana, risas

63° Pasaje

Soy en la medida que soy lo que soy
y a veces
lo que no soy

62° Pasaje

Apaga la luz
y él me hizo mío

61° Pasaje

Hoy estuve por ti
muerto
y no vivo
Hoy estar es no estar
y sin andar
se halla hallando
Hoy estar es
y no es
Particularmente estar
en esa mirada
en la palabra armada
en el desaire
de necesidades
que vives
en que desvives
eso
tal
como eres
es
tu estar

24 may 2010

59° Pasaje

Y acaso necesito una mirada bella. No me miras extraño. Es tu mirar tan extraño que se hace bello.

16 may 2010

58° Pasaje

Leyendo a Khalil Gibran encontré esto:

El loco

Me preguntaís por qué enloquecí. Fue así. Un día, mucho antes de que nacieran algunos dioses, desperté de un profundo letargo y descubrí que me habían robado todas mis máscaras. -Sí, las siete máscaras que yo mismo me había confeccionado y que llevé en siete vidas distintas-; corrí sin máscaras por las calles atestadas de gente, gritando: "¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!".
Hombres y mujeres se reían de mí. Y al verme, algunas personas, llenas de horror, corrieron a refugiarse en sus casas.
Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su casa, señalándome gritó: "¡Miren! ¡Es un loco!". Alcé la cabeza para mirarlo y por vez primera el sol besó mi desnudo rostro y mi alma se encendió de amor al sol, y ya no quise tener máscaras. Y, como si fuera presa de un trance, grité: "¡Benditos! ¡Benditos sean los ladrones que me robaron mis máscaras!"
Fue así que enloquecí.
Y en mi locura he hallado libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden nos esclavizan.
Pero no dejéis que me enorgullezca demasiado de mi seguridad; ni siquiera el ladrón encarcelado está a salvo de otro ladrón.

15 may 2010

57° Pasaje

Para mi único loco:

Adoro el teatro y soy un pintor. Creo que los dos están hechos para ser un matrimonio con mucho amor.

Marc Chagall

10 may 2010

56° Pasaje

Agotado de escribir, porque estoy agotado de sonreír. Necesito la fórmula química para calibrar más oxígeno del bueno. Bien agotado, bien agotado. Te repugno.

25 abr 2010

55° Pasaje

Te hurgué, te sentí, me dejaste ser en ti.

La posibilidad de deconstruirte, en cómo me deconstruiste, la cumplí exactamente cómo lo quería. Tu filosofía no llegó a dejarme en plenitud, pero sí en la vía de tenerla. Sí fuiste la suficiente en enseñarme el camino bipolar entre lo correcto y lo incorrecto, tan necesarios para vivir y convivir junto a otros. Me dejaste que hiciera de ti un añico de análisis y putrefactas apreciaciones. Me dejaste que hiciera de tus rincones y tus lados oscuros, poemas y trazos enteros. Sentí tener tus amaneceres en mí, fueron grandiosos, tan grandiosos como los orgamos que puede vivir en secreto y en silencio. Tus atardeceres fueron distintos, intocables, inrazonables, más grandiosos y muchísimo más placentero. Sí, lo admito, lo admito en silencio, fui tu amante. El desdichado amante que se admira por curvas y gotas de frío desconocidas. Un amante no de tu viejo mundo. Un amante de tu vieja y degastada usanza. Sentarme a tu lado para respirarte, desearte como bien se puede desear una taza de chocolate caliente. Ni hablar que me diste de comer, pero no soporté nada de esa comida tuya. Fue extravagante el asunto de comer. Empero, no pude soportarlo. Ni hablar de tu noche, de nuestras continuas noches juntos, no hablar de tus estrellas, tan lejanas a las de mi tierra. En mi tierra son más cercanas e inagotables, las puede rozar con los dedos. En fin, fuiste mía. Y no sé si la poética me lo permita, o el kilometraje romanticista me lo permita; pero, fui todo suyo. Dicen de mí que cambié, que usted me cambió, que usted me tuvo para cambiarme. Sin embargo, me mantengo por días en la idea que fui yo quien decidió cambiar. Cambiar no tanto como trasto, sino como valioso bien. Usted ha sido mi curva preferida, mi rincón de lejos, de esa curva que puedo -de tanto en vez- visitar y hacer -una y otra vez- mía. De mí, no te he dejado nada. Pronto, seremos algo. No me consumaré en ti, pero de nos podremos hacer algo mejor. Insisto, usted ha sido mi cadera preferida.

A ti, Madrid.

54° Pasaje

Atento estoy, y sigo andando, a este paulatina palidez de sensaciones. Me la otorgó Febrero, mes de complejidades literarias al estilo de Otero Silva. La sabana y su soledad cundida de mosquitos y cubierta de vahos. De jueves sabaneros donde la lluvia se anticipa y nunca se presenta. Así es esta palidez. Una sabana de Otero Silva. No tan parecida a la sabana de Gallegos o de Díaz Sáchez, sino la propia de él. El caluroso encuentro genera palidez, el calor del vaho despierta la colorida serie de amarillos y cobrizos. El mosquito en ritmo atonal se acerca al calor, juega, se baña en éste. Llama a un mosquito, a otro, y a otros tantos. No es una fiesta, no es un ataque, es el baño. Los mosquitos se bañan en el calor. Esta palidez aumenta, aumenta tanto que las sensaciones se esparcen y desaparecen. La sabana se ha tragado a las sensaciones. La sabana, junto a su soledad, me ha tragado. La palidez, me la ha dejado. Quién sabe hasta cuando, ni hasta dónde. Pero atento estoy ante la sabana. Ando petrificado leyendo mosquitos, viendo vahos, dejando que la sabana sea ella y no más que ella. Ya llegó Abril y ya se despide Abril. Este mes no ha sido sabana, no ha sido selva -como hace tiempo, hace años, era para mí. No he hablado de Marzo, un mes de mesetas, de sensaciones inefables y constantes. Sólo recalco Febrero, un mes que se ha hecho tres meses, y que hoy me comió su sabana. Me comió la sabana de Miguel Otero Silva.

28 feb 2010

53° Pasaje

Estudiando para el olvido. Llevo diecinueve años estudiando para el olvido. Desde el jugo de guayaba de preescolar hasta la chicha ucevista del rectorado, ambas bebidas conocidas para olvidar. Tantas páginas de Gombrich, Flemming, Artaud, Nietzsche, Boal, Marx, para olvidar. Leer lo leído para olvidarlo. Esto sucumbe mi falsa memoria, no más que andamios mal puestos en la recuperación del patrimonio perdido. Desde el cuadradito de tercer nivel, de los cuadrantes de sexto grado, del puntillismo de noveno, del CNU de quinto año, hasta los poemillas crípticos en clase de Jousette, de los lagrimones con Gabriela, de las golpizas silenciosas-poéticas mentales en clase de Anaira, de la mayeútica con Santiago, hasta hoy, aquí, aprendido para olvidar. Las comas de la oración anterior me gritan por su violentado uso. Estudiadas para olvidarlas. Así es este son de la vida. Estudias para olvidar. Las variables, al parecer, que destinan al estudio como olvido son la vida, el vino y la risa. La primera te somete a respirar lo estudiado, la segunda a comprobar lo estudiado y la última, en modo de estocada triunfal, a olvidar. Ahora entiendo, porque ciertas sectas religiosas desaparecieron el tratado aristotélico de la risa. Este escrito podrá decir que estoy triste y profano. Pero, ¿a estas alturas del camino, es sincero admitir tristeza y ocultismo en pleno olvido?

17 feb 2010

52° Pasaje

Gaga, se llama. Lipovetsky entregó sus notas al mundo ya globalizado, ella se formaba. Hoy, se escuchan notas por doquier, la electrónica, el pop degastado y altibajos vocales en la tallada figura parisina. Lipovetsky la describe, la discrimina, la examina y finalmente, la "des-concluye". Gaga baila por placer intuido. No es ella, es el apelativo de Gaga, significante de múltiples sentidos cosmopolitas. Significante de ciudades costosas y administradas por el contrarreloj, ciudades ordenadas abajo y desordenadas arriba, por los cielos. Ella bebe caviar y él come salmón. Gaga y Lipovetsky, ambos significados de la revolución en la era del vacío.

PD: Quién no entienda este pasaje, podrá consultarse a través de tres preguntas: ¿Dónde estoy? (J. Ortega y Gasset), ¿Soy la medida de cuál dios? (Hegel), ¿Are u Gaga? (Lipovetsky)

5 feb 2010

49° Pasaje

A propósito de Woody Allen, y de las cortesías,


"El sexo sólo es sucio si se hace bien."


"El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores."


"El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas."


"Solo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo."

Woody, gracias por tus acertados y sutiles comentarios...

Lm