Contigo me concluyo hedonista. Esas ansias tuyas de deformar el mundo visual por medio de tus manos y tus palabrerías inconclusas, me ponen en el proscenio de mis deseos hechos discursos. Sí, soy hedonista, que bueno hallarse entre masculinidades periféricas.
Al parecer el arte cose nuestras vainas, ironías y demás insignificancias estéticas.
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