25 dic 2016

168° Pasaje

Los venenos son letales, silentes. Densos que se meten en la sangre, voraces. Secuaces y discursivos,  multiorgásmicos tántricos.
Los venenos llevan al borde, liquidados por la sinrazón, pero reinados por la densa necesidad de la apetencia.
Así se mueve el veneno, lentamente. Hace daño, quema poco a poco, se mete.
Te hablan al oído, te hacen sudar al solo susurrarte, ese es su estrategia de poder.
Hay sometimiento
No hay duda qué gusta y qué aborrece
Los venenos son buenos.
No hay duda, hay que sostenerlos con
sangre

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