24 mar 2016

154° Pasaje

Hay hombres que te signan la poesía, te cincelan las manos, he ahí el dolor que no se puede negar.
Hay seres que te marcan el paso y la respiración. La nostalgia es ese sello que dejan marcado sobre la rosa, he ahí el dolor que no se puede negar.
Hay hijos del viento que no vuelven más, y el mayor secreto queda para otra vida. Como si de parásitos nos tratásemos.
Hay hombres que esculpen labios mientras besan y se llevan todo el jarrón de recuerdas. No dejan tinta para escribir, secan las flores del jardín, absuelven el peso de la vida.
Uno de esos hombres se ha llevado para de este viaje.

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