20 ago 2009

31° Pasaje

Él por las noches respira las ganas de morir, respira las ganas de vivir y tiene el hilo en sus manos. Él respira la noche y se inquieta a sí mismo. Tiene ganas de vivir y morir al mismo tiempo y sobre sí mismo. Él -por esta noche- es temeroso de sí mismo, del estómago que le suena y le cruje de intuición. Se vale de imágenes lentas para respirar esa intuición, se vale de su precaria razón para andar a caminar algún pensamiento. Él suele ser algo, objeto, cadencia filosófica de su nombre. Él intenta no ser él. Eso lo impulsa a él, es decir, hacia sí mismo. ¿Me explico, cierto?

1 comentario:

silvia zappia dijo...

Te explicás,por cierto.


Tu "Pasaje" es
ma
ra
vi
llo
so.

Te dejo un beso