Estoy cincelado por el cambio.
Ahí en el instante de haber vivido una vida a mi manera, permitida y bendecida por mis padres,
en constante incongruencia, pero en una imperdible constancia y terquedad que me asombra.
Siento que estoy con el Diablo y con Dios, con Dios y con el Diablo, con el hombre y la sombra, con la mujer y la traición al semejante para que ella prosiga.
Cambia en mí algo que aún no percibo. Sé que pasa algo
Ahí en el centro de mi psique algo se desplazo
el amante quiere más, aún más
La obsesión y la fragilidad están a flor de piel, pero, aun así, creo que el trabajo de conciencia podría aminorar el susto del pensamiento que se repite, que va y viene. Ahí la fragilidad, o el acto de conciencia mismo como acto de vulnerabilidad.
Solloza el mundo y esta tierra me ha hecho frío.
Solloza el mundo y solo exijo más virtud y acción certera.
Me abruma asquearme por tanta corrupción de mi tierra. Corten la cabeza a la serpiente.
Aquí el cambio. No sé si sea el licencio por hablar tres lenguas a la vez y no ser entendido y a la vez, entendido.
Algo en mí acontece.
Es un cambio.
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