27 ago 2018

191° Pasaje

Polvo eres, polvo me tienes

Así se marca el verso de un hombre sobre otro hombre, en el que acuerdan herirse uno al otro.

Para grabarse la piel de un hombre se requiere mucha paciencia, sonrisa y ternura,

pero también sagacidad feminista.

Hay que conocernos nuestras heridas, la falta, el polvo como ausencia

me tienes en el instante del acuerdo, de la amistad

el vaivén de tu tiempo

mi espacio cómodo de la espera
mientras pueda terminar estas tesis que me complica "la realidad"

a mi suerte, he vivido de ti y de tu polvo la dicha del pacto masculino

esa condición abierta,
fraternal
amorosa
fogosa
salvaje
íntima
secreta
lasciva
sincera
de pacto, pues

la conversación es un punto de honor

la hospitalidad es vital

la corresponsabilidad es requisito

la sonrisa es el regalo

la mirada silenciosa compartida es el código de ética

así

polvo somos, polvo nos tenemos

así se pacta entre la amistad y el deseo en los tiempos líquidos

de mis veintitodos, casi abriendo los treinta.