El paso empieza por esta soledad y esta mismidad. Es incierto las respuestas que uno se da a uno mismo. El baile empieza por dentro, acariciando el rostro, reconociendo la sonrisa silenciosa de nuevo. Toca bailar al paso de uno y de nadie más. Toca reír a solas y cuidar a quién regalas lo más preciado. Vuelas en silencio, caminas para meditar, liberas tensiones en un abrazo. Cada quien tiene sus verdades, sus razones y sus aciertos. A veces, toca sacudirse la estupidez de unos cuantos y empezar a quererse. A veces, toca poner un hasta aquí a las cosas, las situaciones y las personas. De eso se trata, de a veces, elegir.