Fue en una sola vista. En un solo vistazo, diría un venezolanx. Con tan solo un click, esa pantalla cubierta por su rostro, su forma, su mirada, ese ángulo de mirar, supe que volvía a ese momento cuando el profe de danza me veía; ya ni recuerdo si para regañarme o por el simple hecho de decirme: aléjate de este mundo, loco. Así es como se me despertó el no-sé-qué de su foto, de la sinceridad de su momento, de esa foto. Eres de esos chicos a los que hay contemplar por largo rato, atenerse a las consecuencias de un desvarío o de un complicado suspiro, e importante, pero de último, el no mirarte como poesía sino como hombre. Porque esa poesía te pertenece a ti en cuanto respiras y en cuanto vaivén andas. Así, me lo dijiste en tu foto.
No me valieron los 140 caracteres de un tweet público, ni menos los 140 caracteres de un tweet privado. Me valió esa mirada para escribir y no escribir, intentar escribir, y hacerme la idea que estoy escribiendo. Pero al grano. Esa foto, ¡vaya que dice mucho de ti! Es un encuentro de tanto tiempo en ti, es un reencuentro con ése que vuelves a ver, a tú. Como quién dice por ahí: esa foto es sinceridad, esa mirada es el alma. No me atrevo a completar la frase, porque me separan decenas de países y cientos de climas. E insisto, al grano. Entre canas y ojos con vida propia a la vida tuya, es una foto que solamente la celebra quienes celebran tu victoria: esa alegría silente de labios cerrados, la quijada relajada y una dualidad en tus ojos, un ojo que anuncia la satisfacción y otro que susurra la permanente lucidez.
Así, me habló tu rostro de ti, dudo que sea una foto espectacular, dudo que sea fantástica, dudo que sea única, lo único que no dudo es que ése, quien vi, quien susurro, no seas tú.
Gracias por ese momento, Arato.
Regresando a escribir...
1 comentario:
...me huele...tiene el olor de esa antíquisima fragancia....será??? (sabes de qué hablo no?)
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