21 mar 2011

117° Pasaje

Si vas a intentarlo, ve hasta el final, de lo contrario no empieces si quiera. Tal vez suponga perder novixs, esposx, familia, empleo (sic). Tal vez suponga no comer durante tres o cuatro días, tal vez suponga el arte en el banco de un parque, tal vez suponga la cárcel, tal vez suponga humillación. Tal vez suponga desdén, aislamiento. El aislamiento es el premio. Todo lo demás es para poner a prueba tu resistencia, tus auténticas ganas de hacerlo, y lo harás! a pesar del rechazo y de las ínfimas probabilidades, y será mejor que cualquier cosa que pudieras imaginar. Si vas a intentarlo, ve hasta el final. No existe una sensación igual, estarás sólo con los Dioses y las noches arderán en llamas. Llevarás las riendas de la vida hasta la risa perfecta. Es por lo único que vale la pena luchar.

Charles Bukowski

Pd.: A propósito de ti y tus falsos halagos, mi querida sociedad tecnificada.

15 mar 2011

116° Pasaje

Fue en una sola vista. En un solo vistazo, diría un venezolanx. Con tan solo un click, esa pantalla cubierta por su rostro, su forma, su mirada, ese ángulo de mirar, supe que volvía a ese momento cuando el profe de danza me veía; ya ni recuerdo si para regañarme o por el simple hecho de decirme: aléjate de este mundo, loco. Así es como se me despertó el no-sé-qué de su foto, de la sinceridad de su momento, de esa foto. Eres de esos chicos a los que hay contemplar por largo rato, atenerse a las consecuencias de un desvarío o de un complicado suspiro, e importante, pero de último, el no mirarte como poesía sino como hombre. Porque esa poesía te pertenece a ti en cuanto respiras y en cuanto vaivén andas. Así, me lo dijiste en tu foto.

No me valieron los 140 caracteres de un tweet público, ni menos los 140 caracteres de un tweet privado. Me valió esa mirada para escribir y no escribir, intentar escribir, y hacerme la idea que estoy escribiendo. Pero al grano. Esa foto, ¡vaya que dice mucho de ti! Es un encuentro de tanto tiempo en ti, es un reencuentro con ése que vuelves a ver, a tú. Como quién dice por ahí: esa foto es sinceridad, esa mirada es el alma. No me atrevo a completar la frase, porque me separan decenas de países y cientos de climas. E insisto, al grano. Entre canas y ojos con vida propia a la vida tuya, es una foto que solamente la celebra quienes celebran tu victoria: esa alegría silente de labios cerrados, la quijada relajada y una dualidad en tus ojos, un ojo que anuncia la satisfacción y otro que susurra la permanente lucidez.

Así, me habló tu rostro de ti, dudo que sea una foto espectacular, dudo que sea fantástica, dudo que sea única, lo único que no dudo es que ése, quien vi, quien susurro, no seas tú.

Gracias por ese momento, Arato.


Regresando a escribir...