31 dic 2010

109° Pasaje

Sobre el possf y el beso
Proto-teoría de la sensación del buen beso.

"Cuando te besan sientes el possf...!"
Oliveros César Danielle en
Facebook

Así comenzó este teórico 31 de diciembre con la frase de César, abriendo con la sonrisa de más de una persona o el (des)agradado recuerdo del beso. Nadie se puede negar a esa frase, y menos mi persona que quiere desea hacer lógica de lo que no tiene lógica: un beso. Pero como siempre le agrego a la vida: ¿hay alguien que debe hacerle sentido a lo que no tiene sentido, no? ¿Un beso debe tener razón de ser?

Y esa "razón" de ser se halla en el possf. Muchos presumen de este possf como el aleteo de mariposas, como la erección del alma, como la gelatina en el estómago, como la exhalación después de besar. Algo tiene ese beso tan distinto al beso de mamá, al beso de papá, al beso de mi amiga, incluso al beso de mi pana, cuate, compiche, cuasi-amigüito. En definitiva, ese beso tiene un possf que no se lo quita nadie.

El possf tiene un sentido mas no un dueño. El possf viene de mí pero incentivado por el otro. Ese otro no me da ese possf, por lo que sus labios son un móvil exquisito para incentivar un verdadero possf en mí. El possf tiene autonomía, se rige, se norma y se despierta cuando le es propicio, le conviene y le es legítimo despertar su poder y sus cualidades sensoriales en el cuerpo de quien lo vive.

La sensualidad del possf es única, no la siente el otro, la siento yo. El possf me seduce a mí, me cautiva a mí, me hace entender que él existe para mí y que el possf mismo -como entidad propia en mí- me hará revolcarme ante el otro. Y posiblemente, este otro esté disfrutando su propio possf, de su erotización con su possf, y por ende, de su propio revolcón con el possf.

Sin embargo, lo complicado y complejo de este asunto es el hecho de dos possf juntos por medio de dos cuerpos juntos, ya sea que estén delicadamente juntos o delicadamente separados, o intensamente juntos o separados. Sea cual sea el contexto, el ambiente y el caso, el beso es un veneno o un elixir determinante para la ebullición de estos possf hirvientes en los cuerpos de los amantes, de los enamorados o de los extraños.

El bien pensador de este asunto, Oliveros César Danielle, exclama que cuando te besan sientes el possf. A la par que te paralizan cientos de preguntas y doscientas sensaciones al respecto del beso y del possf. Tanto que sientes el possf inmediatamente en alguna parte del cuerpo, del alma o del recuerdo. Más nada se le puede pedir al que bien exclamó su possf. Dejémos que el tiempo nos hable de su propio possf.


Mancerista.

25 dic 2010

108° Pasaje

Dice Wallace Stevens que toda la historia es historia moderna.

Así empezará el trabajo de grado que escribiré dentro de 60 días exactamente. Stevens me circunda la historia a la historia de cada "época". Si es que podemos enunciar época, porque a cuentas se resume que época es una sola y no varias dentro del "conjunto" de la historia. Moderna es la Prehistoria, moderna es la Antigüedad, moderno es el Medioevo, moderno es el Bizancio, moderno es el Renacimiento, moderna es la Modernidad, moderna es la Contemporaneidad, moderna es la Postmodernidad, moderna es la Actualidad. La modernidad propia de cada "época" de la historia. Todo en su tiempo, como un todo, es moderno.

Los ojos de quienes han visto su historia, al parecer, según Stevens, siempre ha sido moderna. Son otros, los posteriores, los que hacen las "épocas", las diferencias, los hitos limítrofes entre una época y otra. El punto y seguido entre la caducidad de una época y la manufuctura de otra queda a cargo de los ojos de unos cuantos, cuyos van aumentando en número durante toda la historia. Tanto que me atrevería a enunciar que hoy, somos casi todos los autores materiales de la manufuctura de nuestras épocas. Como para dar un ejemplo polémico, hemos permitido la caducidad de la contemporaneidad y así manufucturado la llamada época efímera. El caca-boom de lo efímero.


Continúa...

24 dic 2010

22 dic 2010

104° Pasaje

Harto y degastado, convencido e incrédulo, desanimado y descontento. Qué más se puede decir cuando tu lugar, tu tiempo y tu espíritu se encuentran desorientados por causa de tanta brusquedad, de tanta falta de armonía, de tanto vaivén. El beso de mi época ha sido la violación de otro.

103° Pasaje

A modo de apertura, a una sinfonía que nace con la ciudadanía constitucional.

Pronto veremos en las puertas la mierda que baña las calles, un borde de la puerta tendrá bastante caca para alejar a los vengativos espíritus de la calle. Quién sabe qué si la vida de una puerta sostendrá el lecho y fuego interno del hogar, si a estas alturas podríamos llamar al portón lleno de mierda, hogar. La puerta embadurnada es el acertijo de una época que se anunciaba y que muy pocos, la élite de los indigentes, se había percatado de ésta. Pronto quien nos tocará la puerta es el indigente pidiendo el impuesto al valor derengado y a la renta degastada. Esa es la nueva élite, la indigentesista. No obstante, ese no es el caso, el caso es la puerta, la puerta que pronto será retocada y pintada con la mejor mierda. Esa que la religión y el arte dirán: "sí, ésa es la salvación, mi gente". Pronto velaremos por la presencia de nuestra caca en la puerta principal de la casa, del apartamento, de la oficina, del local, del estacionamiento, del edificio, de todo aquel instersticio que exista entre la vida privada y la vida común, llámese pública. Pronto veremos las entradas de los grandes supermercados, centros comerciales y salas teatrales embadurnadas de mierda, porque estos apostarán por la protección de la vida interior que coexisten dentro ellos. La caca de las cacas harán de la vida próxima una caca style, el señorío y el kitsch boom de la caca boom. Así como todo se estatiza y se normaliza en mercado, poder y política, la caca se estatizará, se normalizará, empezando por lo más importante, la puerta. No me pregunten nada de la diferencia entre la puerta y la mesa, la puerta y la cama, la puerta y el arte, la puerta y el sexo, la puerta y el hambre, sólo sé que la puerta es tan importante como el condón, como la liberación sexual, como el libertinaje político, como el código civil, como el debido proceso, como la autonomía universitaria, como el papel sanitario, llámese toillet.

Solo les puedo agregar algo, no dejen que la caca les cosifique la vida, hagan que la caca se cosifique.

Esto se llama la caca, la mierda de cada día.

102° Pasaje

Don't call me gay, call me by my name.

Don't call me straight, call me by my name.

Don't call me lesbian, call me by my name.

Don't call me by my name, call me Human Rights.

101° Pasaje

No me hagas el amor, hazme la guerra.
Firma,
Venezuela.

18 dic 2010

100° Pasaje

He aquí a un joven que deja de ser joven para ser otra cosa, algo más que un joven, algo más que un joven contrariado, algo más que un joven difuso, algo más que su propia época. He aquí tres líneas para informar sobre la gestión de vida de un año intenso, arduo y veloz. He aquí tres líneas que no son tres líneas y que a su vez no son tres oraciones. He aquí a quien no escribe sobre el escribir y sobre la vida que no se escribe, y al parecer, se vive. He aquí a un joven que se despide de la juventud para dar paso a otro tipo de juventud. He aquí al que negocia su juventud por otra juventud que no acepta más juventud que otra juventud. He aquí al joven que no acepta leyes ni normas, sino que crea, al parecer, su propia vida de normas y leyes. He aquí al que supone su propia gravedad, su propia dinámica de fuerzas, su propio Estado de Derecho, su propio Orbis et Orbe, su propia sexualidad, su propio dios, su propia diosa, su existencia, su condición de humano, su relatividad de hombre. He aquí el joven que tiene una vágina para proceder con la existencia del patriarcado. He aquí el joven que tiene un pene para proceder con la existencia del matriarcado. He aquí el intersexual que tiene ambos sexos para proceder con la existencia que le dispone la humanidad para sus posteriores años de vida. He aquí el que un día se levanta de gris y se acuesta de rosado, se levanta de verde y se acuesta de plateado, se levanta demonio y se acuesta dios. He aquí el joven que dice A y los demás jóvenes le dicen BCDEFGHIJKLLLMNÑOPQRSTUVWXYZ y éste solo responde: "Sí, claro Ñ, claro Ñ". He aquí el joven de los jóvenes, de los jovencintos, de los más jóvenes que jóvenes, de los que han sido jóvenes y siguen siendo jóvenes. He aquí al joven que firma su cierre. He aquí el joven que se despide. He aquí al aroma joven que queda en la piel. He aquí el moreno joven. He aquí al joven moreno, que no es igual. He aquí al sonriente joven. He aquí al joven que firma su carta de despido. He aquí al joven que ama amado. He aquí al amor joven.

Joven Mancerista.

Mancerista por siempre.

10 dic 2010

99° Pasaje

No vale, en serio
Yo bajo
Tu subes
O yo bajo
o tu subes
O los dos bajamos
O los dos subimos

Y entre esos versos ríen Saúl y Luis.

4 dic 2010

98° Pasaje

Sacarse los mocos es un asunto de Dios
Luis Mancera

97° Pasaje

Oráculo


Está escrito que los que no tienen futuro
no pueden conocer su futuro.
Por piedad los que no tienen futuro no pueden conocer su futuro.
Pero tú no eres un desheredado, tú tienes futuro,
tú ya sólo tienes futuro.

Entre los dioses se derraman los granos de sal,
las nubes se dispersan en formas cada vez más caprichosas,
chocan contra la pared los huesecillos marcados,
en el carcaj cada una de las tres flechas da en el blanco,
sube en lentas espirales el humo de la carne quemada,
las gotas de cera caliente arremolinan la superficie del agua,
arde la cabeza de burro y los demonios están a punto de hablar,
chisporrotean las hojas de laurel,
le quitan la venda al niño y el espejo se llena de presagios.

Escucha cómo estallan en la palma de la mano unos pétalos de rosa.
Mira cómo entre el anillo de Numa Pompilio en la copa de agua;

mira cómo el gallo salta en el círculo de trigo.
Mira, la semilla de amapola cae sobre las brasas
y se retuercen las vísceras de tu peor enemigo.
Observa cómo el reo lentamente mastica asustado pan de cebada.

Todo está escrito para ti.
No hay mancha o movimiento
que no sea una tenue o fugaz línea de tu libro.
El relámpago mismo es una de ellas.
Todo, absolutamente todo, es huella tuya.
Dondequiera que estés, estás en Delfos, estás en Dodona.
Cuanto toques o veas o respires es un libro, un solo libro.

Todo está escrito para ti.
Tu sueño no se queda encerrado en la noche.
En tu noche ya amaneció, en tu noche ya es de día,
hay siempre un gran sol en tu noche.
La mujer embarazada lee el temblor de la llama en el agua.
En el altar de sacrificios pican el hígado.
Ya es ayer y mañana y hoy y toda tu vida.
Relinchan los caballos
y las entrañas del pescado.
La tormenta no desperdicia sus rayos.
Suenan ya las marcas adornadas con plumas.
Los muertos escuchan cada pregunta tuya
con sus enormes orejas de ceniza.
La serpiente se mueve estirando el metal de sus anillos
y escribe lo que también está escrito en las letras de tu nombre
y en el vuelo de las aves.

Mírate en todos estos espejos.
No hay nada que no sea sombra tuya.
No hay nada que no se parezca a tu sombra:
un libro abierto al azar,
las cartas con su escalonada sorpresa,
el Y King,
las llamas que mantienen su verdad como un número,
las líneas de la mano que repiten las líneas de la mano,
el golpe exacto de los dados,
la vara de avellano que nos acerca al manantial,
el dedo que tal vez cae como una flecha sobre este verso.


Octavio Armand

Caracas, 14 de junio 1984

2 dic 2010

96° Pasaje

Noche

Por Antonin Artaud
Oeuvres complètes (tome I)



Los mostradores del cinc pasan por las cloacas,
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna;
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.

En los odres de las sábanas hinchadas
en los que respira la noche entera
el poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.

El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.

Poeta, lo que te preocupa
nada tiene que ver con la luna;
la lluvia es fresca,
el vientre está bien.

Mira como se llenan los vasos
en los mostradores de la tierra
la vida está vacía,
la cabeza está lejos.

En alguna parte un poeta piensa.
No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado.

En cada aposento
el mundo tiembla,
la vida engendra algo
que asciende hacia los techos.

Un mazo de cartas flota en el aire
alrededor de los vasos;
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.

En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.

Porque aquí se cuestiona la Vida
y el vientre del pensamiento;
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea áerea.

El Verbo brota del sueño
como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.

El vaso y el vientre chocan:
la vida es clara
en los cráneos vitrificados.

El areópago ardiente de los poetas
se congrega alrededor del tapete verde,
el vacío gira.

La vida pasa por el pensamiento
del poeta melenudo.