25 jun 2010

69° Pasaje

He vuelto a leer a Rimbaud. Esta vez desde los poemas selectos que me regaló mi bien querida Natacha. Y sólo he hallado poemas y tantos versos ácidos y desubicados. Tan ácidos como el desubicado que les escribe hoy. Al parecer, esta debería ser una nota de juerga sexual o erótica por su inevitable título, pero no, esta vez ha sido de una releída de Artaud sobre la poceta de siempre.

Sí, este he sido yo, el que lee a Rimbaud. Mientras unos fotógrafos alemanes hacen una máscara de Rimbaud, dramatizan las escenas de la vida del poeta y luego curarlas en el Reina Sofía; yo, le petite mancera, lee a Rimbaud sobre una poceta. La poceta de mis recuerdos. Hoy precisamente, Rimbaud describía bajo la luz de otoño, la torneada y hermosa espalda de un hombre cortador de flores. Tú no cortabas flores, pero en ese poema, en ese hombre, te hallaba.

El no silencio del verso de Rimbaud es similar al jadeo de mi silencio cuando intento explicar todo sin comas y sin puntos. Luego, hacemos silencio, él y yo. Él, yo y la poceta. El simbolismo no es mi amante, pero sí mi esclavo. El esclavo discursivo que soslaya el punto de la sodomía del discurso palpable y real. Esos versos no dejan de taladrar el recuerdo de los múltiples jardínes que he visitado. El jardín torneado. El jardín hermoseado.

En la Academia, de la que pronto obtendré mi licencia, sus regidores me han estigmatizado de poeta malcriado, de versador de prosas y trovador de ideas fatuas. Y hoy por hoy, desde el día de estos anuncios, no se han equivocado. El mismo poema de Rimbaud, lo ha dicho, soy el espécimen que caduca de cuando en vez y de vez en cuando. La licencia valdrá mucho, no aquí, sino en el lejano Oriente, en el comedido rincón de la fiesta humana.

Rimbaud, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo dejarás de sacudir la cabecita pensante de este ser?

La poceta, lo decidirá.

22 jun 2010

68° Pasaje

Nop
*No soy hermoso
*al parecer :/
*ni agradable
*ni bello
*ni estimable
*ni catalogable para el gusto
*listo
*without words!

15 jun 2010

67° Pasaje

A buena hora te sumerges en la dicha de vivirme.

66° Pasaje

¿La inspiración? ¡Je!
¿Cuál?

65° Pasaje

Las escuché, ella son mis preferidas, ellas eran y son y serán el conjugado de este cuerpo. Chicas, no les doy las gracias, faltan chicos por disfrutar. Las escuché una y otra vez, allí y acá, allí, más allá. Para ustedes, este pasaje:
T.a.T.U

64° Pasaje

Hoy, día de mi examen final,
día que Cervantes me puso a prueba
Te vi
caminabas espaldas a mí
sigiloso
extrañando nuestra universidad
Andabas intacto como aquella vez
escuchando The Sampe People
recubriendo risas inexactas
de china mirada
esa alegría suya
Ese eras tú,
ese que vi hoy
Hoy te hago palabra
a ver
mañana, risas

63° Pasaje

Soy en la medida que soy lo que soy
y a veces
lo que no soy

62° Pasaje

Apaga la luz
y él me hizo mío

61° Pasaje

Hoy estuve por ti
muerto
y no vivo
Hoy estar es no estar
y sin andar
se halla hallando
Hoy estar es
y no es
Particularmente estar
en esa mirada
en la palabra armada
en el desaire
de necesidades
que vives
en que desvives
eso
tal
como eres
es
tu estar